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26/06/2023
Transpirenaica Social y Solidaria, recorriendo etapas, haciendo equipo
"Es un proyecto que favorece una dinámica educativa en el ámbito natural, que nos iguala. Que permite el establecimiento de un entorno seguro donde los jóvenes puede expresar sus emociones y sentimientos, superan las dificultades en equipo, asumen responsabilidades, conviven 24 horas, se relacionan y hablan en público, y establecen las metas que quieren desarrollar a la vuelta en sus entornos residenciales"
Desde Pertsonalde nos sumamos con tres personas al grupo que viene desde Barcelona y Pamplona para iniciar desde aquí el camino. De Barcelona vienen dos jóvenes que harán todo el camino, una responsable del equipo joven y dos personas del equipo técnico de la TSS. Y de Pamplona viene un joven que lo hará todo y un educador que pertenece al equipo del TSS.
Al día siguiente se nos suman en Hondarribia 6 personas y una educadora que viene de CEAR Pamplona para hacer las mismas etapas que nosotros. Estos son los que andaremos desde Hondarribia a Roncesvalles.
En Roncesvalles nos vamos CEAR y Pertsonalde y se suman jóvenes de otras dos entidades con sus educadores, el SEI y Fundación Ilundain de Pamplona. Y así irá pasando a lo largo del camino con entradas y salidas de diferentes entidades que acompañan al equipo “madre”.
Desde Pertsonalde hemos hecho la acogida y recepción en Getxo al equipo de la Transpirenaica Social y Solidaria que hará todo el recorrido.
Tras las presentaciones y acomodarnos, dimos un paseo hasta el puente colgante y cenaron con nosotros el jueves 15.
Desayunamos el viernes 16 en el Topagune junto con Carmen Díaz y fuimos hasta el Puerto Viejo, cogimos agua del Cantábrico en Ereaga y pudimos disfrutar de la exposición fotográfica.
La propuesta del camino es superar fronteras físicas y personales, y unir simbólicamente el agua del Cantábrico y del Mediterráneo es ya una tradición, igual que unir la frontera pirenaica.
Nos desplazamos a Hondarribia con apoyo de voluntariado, donde nos recibieron en el Ayuntamiento y nos hicieron una ruta turística por la población. La cena en la Sociedad Klink.
Tras dormir en el camping de Hondarribia, vemos el amanecer desde el faro y tras unas palabras de ánimo comenzamos nuestro camino. La primera parada, muy cerca, la playa. No podemos continuar sin darnos un baño.
Desayunamos en el frontón con el equipo de cesta punta de Hondarribi donde nos enseñan el manejo de la cesta.
Y de ahí a Behobia. La primera etapa es una adaptación, la realizamos por el cauce del Bera hasta Bera de Bidasoa. Aquí nos recibe el alcalde, están de fiestas y bailamos y disfrutamos con las personas del pueblo que nos acogen.
La cena nos la prepara la Cruz Roja, igual que las camillas en el centro cívico donde pasamos esta noche.
Cada día se reparten responsabilidades entre los jóvenes: hay quien tiene que abrir camino, llevar el mapa y el gps y establecer con el guía la ruta, también está quien cierra la marcha, no deja que nadie se quede atrás y se le comunica cualquier necesidad que surja para que este atenta, está la responsabilidad de basuraleza persona que va recogiendo y geolocalizando aquella basura que no podemos llevarnos (esto se ha realizado junto con la Fundación Kilian Jornet que nos acompaña), también hay responsabilidad vinculada a informarse sobre las alternativas y posibilidades laborales que existen en cada población que pasamos y las condiciones de acceso a la vivienda. Este no deja de ser un proyecto educativo orientado a la incorporación. Y, por último, la responsabilidad vinculada a facilitar la convivencia, mediar en caso de dificultad y gestionar la dinámica de cierre del día.
Cada día se establece una temática que elige el equipo de educadores a partir de una guía establecida por el equipo de la TSS: El compromiso, la diversidad, el refugio, las migraciones…
Y con este telón de fondo seguimos caminando, eta vez de Bera de Bidasoa a Elizondo, etapa dura y larga que hacemos con buen humor apoyados por la Cruz Roja. Llegamos a descansar al albergue donde tenemos cama y sábanas, ahí es nada. Como se aprecian y valoran los pequeños detalles.
De Bera a Urkiaga, bajando a Eugi a descansar. Y de Urkiaga a Roncesvalles, pasando por Zabaldika donde pasamos esa noche en el albergue de peregrinos gestionado por la comunidad del Sagrado Corazón y en el que hacemos un foro y nos encontramos con otras entidades provenientes de Pamplona celebrando el Día Internacional de la Persona Refugiada.